Cuarto empate en los últimos cinco partidos de una Ponferradina que no termina de dar el salto al 'play off' de ascenso. Los de Jon Pérez Bolo volvieron a dejar escapar una gran oportunidad de trasladar la presión a Vallecas.
Y eso que comenzaron de la mejor manera posible, ya que Sergio Aguza abrió la lata para los bercianos en el 2'. Pero, con el 0-1 en el electrónico, se durmieron y el Real Oviedo le devolvió el equilibrio a un marcador que ya no se iba a volver a mover.
Los de José Ángel Ziganda, presos de la irregularidad que les mantiene en la zona media de la clasificación, fueron sintiéndose cada vez más cómodos sobre el terreno de juego. Se impusieron en la batalla por la posesión del balón, pero acusaron al falta de chispa en la zona de tres cuartos.
Todo ello, después de recomponerse del tempranero mazazo de la Ponferradina. Aguza, cuando muchos jugadores ni siquiera se habían sentado en la grada, aprovechó un semifallo en el remate de Carlos Doncel para batir a Joan Femenías con el interior.
El catalán puedo aumentar distancias durante los próximos minutos, pero el guardameta del Oviedo mantuvo las aspiraciones de los suyos con varias intervenciones de mucho mérito. Menos trabajo tuvo José Antonio Caro, que recogió el balón del fondo de la red en el primer intento de los locales.
Sergio Tejera la puso desde el centro del campo, a balón parado, y Edgar González le comió la tostada a sus rivales para cabecear a la red. Pudo haber hecho algo más por detener el remate el guardameta onubense, que no estaba bien colocado.
Volvieron los futbolistas tras el paso por los vestuarios y, tras los primeros cambios, el ritmo del se enfrió. Hubo una mano en cada área, pero ninguna de las dos fue castigada con penalti. La de Bolaño sí fue señalda en primera instancia, pero Vicandi Garrido rectificó tras consular la acción en el VAR.
Y así se llegó al final en el Carlos Tartiere. Borja Sánchez intentó echarse el equipo en la espalda durante el último tramo del encuentro, pero le faltó claridad y determinación en la zona decisiva. Tampoco tuvo el efecto deseado la entrada en el campo de Yuri, que no pasará a la historia por su actuación en Oviedo.