Con motivo del centenario, el sempiterno y genial Joaquín Sabina le puso letra y música a un nuevo himno, impregnado en la sangre de todos los 'colchoneros', de los antiguos y de los más noveles. Todos y cada uno de ellos vivirán, sufrirán y gritarán mientras su equipo, su Atleti, se juega el derecho a reinar en Lyon.
Ya lo dijo Sabina: "Para entender lo que pasa hay que haber llorado dentro del Calderón, que es mi casa. O del Metropolitano, donde lloraba mi abuelo con mi papá de la mano". Distintas generaciones han ido creándose, a orillas del Manzanares, con un único ideal en sus corazones: "Qué manera de sentir, qué manera de soñar".
Un equipo que fue capaz de resurgir de sus cenizas, de vivir en el infierno y de volver, de la mano del eterno Simeone, a probar a lo que sabe el éxito. Con el argentino se volvió a ganar una Liga, cayeron varias Europa Leagues e, incluso, se rozó el cielo en dos finales de Champions.
Ni los palos más despiadados han podido con este Atleti, un equipo guerrero en el que todos van a una. Desde el muro Oblak, pasando por el jefe Godín, el líder Gabi, el 'crack' Griezmann o el mito Torres. Todos tienen su importancia, todos quieren su parte del pastel.
El premio mayor de la temporada espera en Lyon, una tierra que Griezmann conoce bien. Allí aguardará la afición 'colchonera', que todavía en 2018 se sigue preguntando "por qué los colores rojiblancos van con su forma de ser".
Una forma de vivir, de soñar y de pelear por el escudo. Neptuno espera, aquella que ningún atlético cambia "por tu pasarela Cibeles". Es tu turno, Atleti, la gloria te espera de nuevo.