La UD Logroñés lo intentó, pero no pudo con el Valencia. Al final, la diferencia de categoría se termina notando, y la voluntariedad de los futbolistas no siempre alcanza para compensar dicha distancia futbolística.
El Valencia hizo pronto los deberes. En el 15', Ferran Torres colgó un balón al área que el uruguayo Maxi Gómez cabeceó al fondo de las mallas, haciendo de ese modo el primer y, a la postre, único tanto del partido.
Los 'ches' no arriesgaron, pero sí apretaron a un rival herido. Zabaco, sobre la línea, evitó el 0-2 en el 20', y Olaetxea hizo lo mismo en el 24'.
El dominio valencianista era total cuando la lluvia comenzó a arreciar sobre Logroño. Pero ese dominio se tambaleó con los buenos minutos finales de su rival, en los que Rayco remató al larguero una falta colgada por Ñoño, y David remató alto un tiro desde la frontal.
Fue el propio David quien estuvo a punto de firmar el empate en la reanudación, pero de nuevo se vio privado de la gloria.
Había mejorado notablemente el Logroñés en esta segunda parte, pero los cambios jugaron en su contra. Se frenó el ritmo de juego, el Valencia volvió a darle la pausa que pretendía al partido y acabó de nuevo apretando a su rival.
De nuevo el Logroñés se salvó bajo palos, y precisamente con el palo se topó un Kevin Gameiro que había entrado por el goleador uruguayo poco antes.
Estuvo vivo hasta el final el Logroñés, y Las Gaunas rugieron cuando el remate de Iñaki, a centro de Ñoño, se marchó por muy poco por encima del travesaño.
La UD Logroñés dio la cara hasta el final, pero el Valencia gestionó a las mil maravillas una ventaja que pudo ser mucho más amplia, frenada por el orgullo riojano.