Si el Atlético ha realizado una fuerte inversión durante el mercado de fichajes de verano era para dejar atrás la vieja guardia y construir un nuevo equipo joven y con garantías de éxito.
Nombres no le faltan al equipo de Simeone y mucho menos la pólvora. El equipo tuvo un cambio de 180 grados cuando empezó la competición oficial y eso es lo que más extrañeza ha generado en una afición que no se explica cómo se llegó a tener tanta pegada en la pretemporada y tan poca a estas alturas.
Simeone ya ha igualado su peor arranque liguero y los números de cara a portería son los segundos más negros en toda la historia, así que es imposible escurrir el bulto y pensar que son cosas del fútbol.
El Cholo ya ha dicho por activa y por pasiva que no va a cambiar un estilo que le ha ido bien, lo que le pone contra la espada y la pared al no tener los resultados, de momento, esperados. La afición puede llegar a cansarse del que siempre ha sido su ídolo.
El Atlético tiene ante el Bayer mucho que ganar y que perder. Necesita convencer con una buena imagen en un partido sin la estrella de 19 años Joao Félix para que las aguas se calmen alredeor de su técnico, porque es imposible decir que el argentino no será el señalado. De tropezar de nuevo en el Wanda Metropolitano, un aluvión de críticas volverá a empapar a este Atleti tímido y dormido.
Parece que Correa y Vitolo serán los encargados de poner algo de más salsa a un plato insípido hasta el momento y que debería de tener más sabor con tantos nombres. El Atleti necesita resultados cuanto antes.