Una vez terminado el duelo, el hincha, cuyas iniciales son I.A., se dirigió con sus colegas a cenar. Todo transcurrió con normalidad: risas, análisis sobre el partido, lamentos sobre la derrota de los suyos ante los 'merengues'. Pero la noche se torció de camino al metro.
Entonces, unos cuantos energúmenos se refirieron a ellos en la calle como "Vascos hijos de put*" o "etarras de mierd*". La cosa fue a más cuando los 'txuri-urdin' se dieron cuenta de que no solo les estaban insultando, sino que les estaban persiguiendo.
"Para cuando me di cuenta, me habían dado un puñetazo en la cara. Me vi sangrando en el suelo; sentí muchísimo miedo. Se marcharon cuando vieron el charco de sangre. Si llegan a seguir golpeándome, no sé que hubiera pasado", contó el agredido a la fuente antes mencionada.
"He denunciado la agresión, aunque no creo que pase nada porque no pude identificar al que me dio el puñetazo. El susto todavía lo tengo en el cuerpo y, aunque dejaré pasar un tiempo, algún día volveré a viajar para ver a la Real", confesó finalmente.