El jugador del Partizan terminó el partido entre lágrimas, después ser recibir gritos de mono cada vez que intervino con el balón. El duelo ante el Rad Belgrado se convirtió en un suplicio para el brasileño, que no pudo evitar marcharse del choque entre lágrimas.
Cada vez que el brasileño tocaba la pelota, la afición rival le dedicaba gritos de mono. Los propios jugadores del Rad inluso se encararon con el futbolista del Partizan después de que este se encarara con los aficionados que le gritaban. La Policía tuvo que intervenir para separarles.
Tras el partido, tanto Everton como su entrenador lamentaron lo ocurrido. "Es un regreso a la realidad del fútbol serbio", afirmó Marko Nikolic.
"No pude retener las lágrimas porque recibí insultos racistas desde la grada en los 90 minutos. Me quedé impactado por la actitud de los jugadores rivales, que en lugar de calmar la situación apoyaban ese comportamiento", explicó Everton Luiz tras el partido.