El PSG sigue invicto en pretemporada. Tras cuatro amistosos, ha ganado tres y solo ha empatado uno. Pero parece que este equipo no es capaz de encadenar dos encuentros buenos seguidos.
Arrancó la pretemporada goleando, luego defraudó, reaccionó contra el Augsburgo, y de nuevo defraudó contra un equipo de menor categoría, solo que en esta ocasión el PSG al menos ganó.
Lo hizo, eso sí, tras verse obligado Pochettino a cambiar su plan de juego. Arrancó el partido con un once lleno de canteranos (solo cuatro eran del primer equipo, y uno de ellos era el portero Letellier, titular porque se enfrentaba a su ex equipo), y tras el descanso le puso remedio para poder ganar.
El partido fue malo. Malo incluso para los estándares del fútbol de pretemporada, con chavales menores de edad y profesionales fuera de forma. Fue un partido en el punto de equilibrio perfecto, pero para mal.
El PSG, aún cargado de canteranos, era lo suficientemente bueno para que el Orleans no le hiciera daño, pero no fue capaz de poner en verdaderos apuros a su rival en todo el primer tiempo.
Dominaba el balón el PSG, pero era un dominio estéril. La posesión era suya, pero no era un asedio. El Orléans no sufría. L'Hostis apenas tuvo trabajo, pero Letellier no pudo decir lo mismo.
Se arriesgaba el PSG a ser cazado a la contra, y así estuvo a punto de ser. Pérdida en la medular, carrera de Soumaré y mano a mano con Letellier que el ex portero del Orléans sacó a la perfección.
Fue un aviso, y el PSG tomó buena nota. No volvería a conceder otra a su rival, pero a cambio fue aún menos hiriente en ataque. Había que cambiar algo, y Pochettino lo hizo al descanso.
Remozó su once. Metió de golpe a siete titulares, y la cosa cambió. De repente, el PSG empezó a jugar a toda velocidad. Xavi Simons demostró en la primera parte tener criterio y buena visión de juego, pero sigue siendo un niño, y más si se le compara con Héctor Herrera.
Su reemplazo dio un clínic de fútbol en el primer cuarto de hora del segundo tiempo, y de un pase suyo, de esos que solo los jugadores 'top' ven, nació el gol del PSG. Advirtió la internada de Achraf, le puso el balón perfecto y el marroquí remató al fondo de las redes el 1-0.
Draxler tuvo en sus botas el segundo, pero L'Hostis le negó el tanto con un brillante paradón, uno de los pocos que tuvo que hacer. Keylor, la verdad sea dicha, tampoco tuvo trabajo en el segundo tiempo, pues fue uno de los que entró al descanso.
La euforia por el gol se le pasó pronto al PSG, cayó en la complacencia y se limitó a tocar y tocar. Incluso dejó que el Orléans elaborara alguna que otra jugada, pero sin crear absolutamente nada de peligro.
La única llegó en la recta final. LePaul remató en boca de gol, pero Keylor sacó una mano soberbia para recordar a todos que sigue en plena forma y que venderá cara la titularidad en el conjunto parisino.
El PSG ganó, pero no convenció. La imagen que dio distó mucho de ser la esperada, y ni el hecho de que fuera un amistoso de pretemporada le salva.
Sin embargo, quien sale peor parado de este encuentro son los canteranos que fueron titulares y que fueron incapaces de siquiera crear peligro en la meta rival. Y eso incluye a los veteranos Draxler e Icardi. La competencia este año será feroz y nadie debe acomodarse.