"Mis padres nos educaron a mis hermanos y a mí desde la tolerancia y unos principios basados en que niños y niñas son exactamente iguales. Eso, en mi casa, es una prioridad. Todos jugamos a fútbol", afirmó en una entrevista para el diario 'Sport' la futbolista que no fue al Mundial en señal de protesta por la desigualdad.
En este setndio, Ada Hegerberg quiso enfatizar en su discurso y subrayó: "De hecho, yo fui la última en ponerme las botas. Prefería leer. Pero, por completar el equipo, empecé. Y cuando vi que regateaba y que marcaba una y otra vez pensé: 'Pues va a ser que sí'. Mis padres me apoyaron desde el minuto 1 y me dijeron que hiciera lo que quisiera en la vida".
"El fútbol moderno va de incluir a todo el mundo, con las mismas oportunidades. En este pastel, la porción más pequeña es para las mujeres. Es necesario cambiar la actitud ante las chicas que jugamos a fútbol", agregó.
Asimismo, Ada Hegerberg volvió a repudiar el episodio machista que vivió en la gala del Balón de Oro: "Una noche en la que toqué el cielo. La gente se quedó ‘clavada’ en eso pero lo importante fue el reconocimiento a mi trabajo y lo feliz que fui".
Entretanto, la Balón de Oro femenino se deshizo en elogios hacia Carles Puyol y recordó la victoria ante las 'culés' del curso pasado: "Es uno de mis ídolos -asegura emocionada- por los valores que promueve dentro y fuera del campo. La final ante el Barça Femenino fue un día glorioso porque sumamos un cuarto título de Champions consecutivo. Una pasada".