El jugador catalán explica en una entrevista con 'Efe' que lleva semanas a disposición de su entrenador, Francisco Rodríguez, quien aún no le ha tenido en cuenta en sus planes y ha optado por citar a dos jugadores del filial antes que a él en el último compromiso de la temporada.
Carmona, ex jugador de equipos como Milan, Zaragoza, Girona o Albacete, comenzó sus problemas en la rodilla izquierda semanas después de haber fichado por el Lugo el verano de 2016.
Primero sufrió una entrada en "el último partido de pretemporada ante el Valladolid" que le dejó la articulación "un poco mermada" y después, en su reaparición en los terrenos de juego, en el tercer partido que disputaba como rojiblanco, el primero como titular ante el Cádiz, la rodilla se le fue y comenzó el calvario.
El centrocampista, que aquella pretemporada se encontraba "mejor que nunca", recuerda haber salido del campo en el partido con el Cádiz por su propio pie, pero pronto se confirmó el diagnóstico: rotura del ligamento cruzado anterior.
Ese curso no pudo volver a entrar en los planes de Luis César Sampedro, el técnico con el que había coincidido un año antes en el Albacete y que había avalado su fichaje.
"A Luis César le debo mucho porque desde el primer momento confió mucho en mí y en la recuperación estuvo muy atento. Fue una pena. Esa pretemporada me encontraba mejor que nunca", lamenta.
Desde entonces no ha vuelto a competir a pesar de que ya lleva tiempo en condiciones de poder hacerlo, tras haber dejado atrás una rotura fibrilar que se produjo tras superar su lesión de rodilla.
"Cuando me recuperé de la rodilla, entre septiembre y octubre (de 2017), sufrí una rotura muscular complicada, me recupero del todo a finales de enero y desde finales de febrero me entreno con el equipo. Me costó coger el ritmo porque llevaba mucha inactividad, pero desde entonces espero la oportunidad que tanto deseo y tanto esfuerzo me ha costado", dice.
Desde hace algo más de un mes se encuentra "muy bien", aunque, lógicamente, sin "ritmo de competición porque eso se consigue con partidos".
"Cuando me lesioné tenía claro que iba a volver mejor y ese es mi objetivo, seguir disfrutando en el campo. Gracias a Dios no me acuerdo de la rodilla para nada", asegura.
En este tiempo de haba se ha "apoyado" en muchos compañeros de vestuario, sobre todo en Leuko, pero también en "los fisios o el presidente", Tino Saqués.
"Han sido momentos muy duros pero siempre me han sabido sacar una sonrisa", señala antes de explicar que con el actual técnico tiene una "relación profesional".