Dicho y hecho. Porque no solo marcó. Valió los tres puntos ante el campeón, a falta de un minuto para el 90 y merced a una preciosa cabriola que estará entre los mejores del curso.
Así que el tanto debe servirle para seguir afrontando su anunciada última campaña con la fuerza suficiente como para no pasarse un año de retiro, sino de nuevo con números importantes.
Aduriz también reconoció en ese entrevista que le gusta mil veces más jugar que entrenar. "La competición en sí me pone cachondo. De pequeño competía en esquí de fondo y disfrutaba, pero el balón es lo que más me ha gustado desde pequeñito. Es lo que me hacía feliz y he crecido alrededor de esa felicidad. Y hoy en día sigo jugando porque el fútbol me sigue haciendo feliz, simple y llanamente", comentó.
Igualmente claro fue al referirse al pánico que le recorre cuando se imagina ya retirado de los campos de fútbol.
"Evidentemente, da vértigo irse. Creo que todos tenemos ese miedo de pasar a una vida desconocida porque llevamos desde pequeños haciendo lo mismo, con una rutina diaria, con 25 tíos todos los días alrededor… Creo que cuando lo deje lo que más echaré en falta será esa rutina con los compañeros y seguro que sentiré un vacío", contó.