Sólo un gol ante el Östersunds, y un favor del Hertha de Berlin, que se impuso al Zorya por 2-0, valió para que San Mamés se olvidara de esa tónica negativa que castiga la capital del fútbol vasco. Aduriz apareció cuando más se esperaba y los 'leones' todavía tienen mucho por rugir.
Necesitaba Ziganda una segunda vuelta perfecta para mantener vivas sus aspiraciones europeas, pero la noche se antojaba complicada conforme transcurrían los primeros minutos. Como dueño y señor del balón, el Athletic tocaba y tocaba, siempre mirando arriba, pero el tiempo pasaba y la poca puntería hacía que a cada minuto los 'leones' se fueran desesperando más.
Al ritmo de las galopadas de Williams, la defensa del Örstersunds se empezó a descentrar. Pero los dioses suecos se pusieron de acuerdo para convertir en superhéroe a Keita. El guardameta sacó tres manos increíbles en la primera mitad y otras tantas en la segunda, pero poco pudo hacer ante la insistencia incansable del Athletic.
Mientras quede Aduriz, habrá esperanza
Le tocó a él, al espíritu personificado del Athletic Club. El 'rey león' aprovechó, con la picaresca que le caracteriza, un balón muerto en el área que quedó volando tras varias carambolas. Un remate defectuoso, un posterior rechace del larguero y un Aduriz sediendo que voló para hacer que el balón besara las redes.
El gol a 20 minutos del final y el Athletic tuvo que sufrir en los últimos compases. Sufrir para que los tres puntos supieran aún mejor. De estar casi fuera de Europa, a depender de sí mismos. Si ganan al Hertha en San Mamés y se imponen al Zorya en la última jornada, el Athletic estará en la próxima ronda. Se cumplió un tercio de la segunda vuelta perfecta que necesitaban los 'leones', pero aún quedan dos más.