Advíncula remata la faena seis meses después

El fútbol ha vuelto al fin. Lo hizo en el verde del Estadio de Vallecas con victoria local gracias a un duelo monocromático. El Albacete salió al campo con uno menos debido a la expulsión de Eddy Silvestre hace seis meses y Advíncula remató la faena.
La tónica del encuentro fue la misma durante los 45 minutos que duró. El Rayo controlaba la bola, las ocasiones y los tiempos mientras los manchegos trataban de sacar petróleo de sus cortas posesiones. El plan era bombardear a Tomeu Nadal, y funcionó de pleno.
La evidencia llegó con el gol de Advíncula. Entró desde la banda derecha, se perfiló para pegarle con el interior de la zurda, así lo hizo y clavó el esférico en la escuadra. Poco pudo hacer el guardameta ante tal precisión: era prácticamente imparable.
Ello inyectó todavía más calma al equipo, que empezó a mover la bola cerca de los dominios de Dimitrievski. Si tocaba dar unos cuantos pases en su propio campo, no dudaban los jugadores en hacerlo. El Albacete dio entonces un paso adelante para tratar de empatar, pero sin mucho peligro.
Y es que cada vez que los de Alcaraz trataban de llegar a la meta rival parecía un mundo. Una tímida volea de Acuña desde la frontal, que se fue muy desviada, fue la primera ocasión, si es que se puede denominar así, por parte de los visitantes.
Las siguientes, escasas, coincidieron con que elevaran la línea de presión. Pillaron desprevenidos en más de una ocasión a los de Paco Jémez, que se habían relajado en la salida de pelota y comenzaron a cometer errores. Ninguno fue fatal.
En cuanto se dieron cuenta los vallecanos de esta circunstancia, subieron al guardia y aguantaron el resultado durante lo poco que quedaba de partido. Les salió de perlas, pues continuaron haciendo daño a la contra y, aunque no marcaron un segundo gol, alicataron el 1-0 final.