El Mallorca se jugará la vida contra Osasuna este fin de semana con el objetivo de la permanencia en el horizonte. Con los tres puntos, el combinado bermellón certificaría su estancia en Primera División la próxima campaña. Su entrenador, Javier Aguirre, lo ha calificado como una 'final'.
"Es un partido que define el futuro del club. No hemos podido consolidarnos y sería bueno mañana dar ese pasito que necesite el club, que va a remodelar la Ciudad Deportiva y su estadio. Ojalá sea el día", expresó el técnico mexicano.
El empate y la derrota también le valdría, pero le obligaría a estar pendientes de lo que haga el Cádiz: "Se vive con la tensión normal para el partido más importante de la temporada. Los jugadores tienen ganas de que llegue la hora de salir a por todas".
"No puede haber mayor ilusión que quedarse en Primera División. Dependemos nosotros mismos y eso da mucha confianza porque nuestros rivales estarán pendientes de otros resultados. Es un partido que hay que jugar concentrados y con la máxima intensidad", analizó.