Ais Reig, el colegiado encargado de dirigir dicho encuentro, le mostró la cartulina amarilla al ariete del Cádiz Gorka Santamaría en el minuto 32, segundos después del gol de Salvi, que significó el 0-2 para los visitantes.
El motivo de la amonestación no fue otro que el de beber agua. La incredilidad de los integrantes del equipo andaluz fue máxima, pero todo empeoró cuando, tan sólo tres minutos más tarde, el propio Santamaría viera la una segunda cartulina amarilla (más que rigurosa) por un agarrón.
En el acta arbitral, Ais Reig especificó lo siguiente: "En el minuto 32, el jugador (10) Santamaría Nos, Gorka fue amonestado por el siguiente motivo: Retrasar la puesta en juego del balón con ánimo de perder tiempo, haciendo caso omiso de mis instrucciones".
Así pues, el colegiado ha buscado excusarse para evadir las críticas que se le achacan, pues, según argumentan desde Cádiz, es lógico que, en un partido disputado en una tarde de septiembre, los jugadores puedan parar a hidratarse para combatir el calor.