Aitor dedicó toda su vida futbolística a jugar en el Athletic. Comenzó su carrera allí, pues sus primeros pasos fueron en el filial. Pasó al primer equipo cuando tenía 19 años y ya dejó buenas sensaciones sobre el terreno de juego.
Su garra como defensa le hizo convertirse en un efectivo indiscutible de la plantilla. Sus apariciones comenzaron a ir a menos desde la temporada 1999-00, pero continuó siendo de gran utilidad para su entrenador entonces. Se retiró en 2004.
De ahí que se sintiera tan orgulloso cuando su hijo, Gaizka, debutó con el primer equipo bilbaíno. El mismo jugador se mostró satisfecho con sus primeras sensaciones en el terreno de juego. Se espera que siga apareciendo a lo largo del curso.
Su progenitor le dejó un bonito mensaje en su cuenta de Twitter: "De una foto a otra han pasado 15 años. Un camino forjado a base de mucho trabajo y constancia. Orgulloso de mis dos chicos". Acompañó las palabras de dos fotografías comparativas.
August 25, 2019