Lo que sucedió tras la conclusión del encuentro entre el Cádiz y el Getafe en el Nuevo Mirandilla podría traer cola al club gaditano. Todo estalló a raíz de un penalti que propició el gol del empate del cuadro del sur de Madrid.
Entonces, los ánimos de los jugadores cadistas se encendieron. El acta arbitral recogió que varios futbolistas, e incluso miembros del cuerpo técnico, increparon e insultaron a los colegiados del choque.
Concretamente, hubo hasta cinco implicados: el entrenador de porteros, Lolo Bocardo, el segundo entrenador, Diego Ribera, el guardameta Ledesma, el lateral Iza Carcelén y, por último, Juan Cala, que no estaba convocado.
En este sentido, los implicados se enfrentan a duras sanciones. El defensor podría enfrentarse a cuatro partidos por "golpear con su mano derecha la cabeza de un adversario", tal y como indicó el acta. El mismo número que el portero, por empujar "a un compañero de equipo que se encontraba pegado a mi espalda con el objetivo de que este impactase contra mí, consiguiéndolo", anotó el árbitro. Al igual que Cala, por sujetar "mi brazo fuertemente y de forma persistente, teniendo que realizar un movimiento brusco para poder liberarme", añadió.
La sanción que podría acarrear más enfrentamientos podría ser la de Lolo Bocardo, al que le caerían hasta seis por dirigirse al equipo arbitral con los siguientes términos: "¡Hijos de put*!".