Pese a la ilusión que puede generar conseguir un título, la entidad 'blue' está viendo que puede quedarse con una parte de las entradas sin vender.
Dos serían los motivos por los que estas entradas no se están vendiendo, según el medio citado anteriormente. El primero, el lugar en el que se disputará la final de la Europa League.
El partido se desarrollará en Baku. Están teniendo lugar ciertas dificultades para el desplazamiento y ese sería el principal motivo por el que las entradas no terminan de venderse.
Y el segundo, y no por ello menos importante, la falta de entusiasmo que rodea ahora mismo al Chelsea. La afición está desencantada y eso, sumando al lugar en el que se disputará la final de la Europa League, habría terminado por pasar factura a la venta de entradas.