Ya lo dejó claro hace unos días Pedro Alcalá: "Ahora no toca hablar de Europa". Y es que en el vestuario catalán todos parecen coincidir en que el objetivo primordial del Girona es la salvación, pese a que el equipo está a tan sólo dos puntos de los puestos europeos.
En este sentido, Bernardo Espinosa también secundó las palabras de su compañero de equipo. "Nada empaña nuestra realidad. Estamos con ilusión y hambre, pero el objetivo no lo cambiaremos hasta que lo logremos. No nos nubla la mirada y sólo pensamos en la permanencia",
Precisamente, la próxima jornada, los de Machín se medirán al equipo que marca la zona europea en la tabla: el Sevilla. Un partido que Bernardo considera complejo. "Es una salida complicada porque es uno de los grandes de LaLiga. Habrá que hacer un trabajo de muy buena nota para rescatar algún punto", aseguró.
No obstante, para Bernardo será una cita especial. Volverá a reecontrarse con el Sevilla, el equipo de sus amores, en el Sánchez Pizjuán. "Llegué allí con 17 años y me lo ofrecieron todo para ser profesional. Les tengo cariño, respeto y gratitud. Es bonito volver a jugar allí", admitió.