Hasta cuatro ocasiones claras de gol contabilizaron los anfitriones ante un River Plate que no terminaba de acomodarse al partido. Barovero se convirtió en el gran héroe argentino al descanso. Tres grandes intervenciones que mantuvieron el 0-0.
La segunda parte no cambió mucho el guión y arrancó con otra buena oportunidad de un Sanfrecce que desperdició demasiadas ocasiones.
Gallardo dio entrada a Lucho González y a Viudez, que revolucionaron el choque y dieron más mordiente arriba. La suficiente para que Alario en una falta aprovechara la única concesión defensiva de los japoneses.
Los locales apretaron hasta el final, pero River aguantó el estirón y ya espera rival en la final del domingo.