Más allá del resultado y el pasaporte para la final del Europeo Sub 21, el Alemania-Rumanía quedó marcado por los 38 grados de temperatura que, sin embargo, no imposibilitaron el extraordinario despliegue físico.
Preso del calor, el colegiado autorizó un 'cooling break' a los 15 minutos, cuando lo habitual es en el ecuador de cada tiempo. Una medida extraordinaria para proteger la salud de los deportistas.
Los 38 grados castigaron tanto a los aficionados como a los futbolistas, que, además, no cejaron en su empeño por ganar cada balón con el que sellar su pase a la final del Europeo Sub 21.
27 de junio de 2019