El empate a un gol de la ida es un balance complicado de defender. Es cierto que los azulgranas cuentan con el valor doble de ese tanto, pero jugar al empate a cero siempre es una maniobra arriesgada.
El Barcelona, de todas maneras, no es un equipo que suele jugar bajo estos pretextos. En la medida de lo posible, y si sus jugadores se encuentran cómodos, buscarán el gol.
Para ello será vital, una vez más, la aportación de Leo Messi. Pero marcar y proveer de goles a sus compañeros no será lo único que esté en la mente del argentino durante el duelo.
El ciclo de tarjetas tendrá un peso importante. Si ve una más se perderá el partido de cuartos de final en caso de que el Barcelona consiga ganar el partido o aguante el resultado de la ida.
Junto al rosarino, además, se encuentran Nélson Semedo y Antoine Griezmann. Ambos deberán cuidarse de excederse demasiado en este nuevo formato de competición.