El Heliodoro pasó de la euforia a la más absoluta tristeza cuando menos diez minutos después de empatar ante el Girona con gol de Carlos Ruiz, con el que se clasificaba si quedaba el 1-1 al término de la prórroga, la mala suerte se cebó con los locales para volver a ponerlos por detrás en el luminoso.
Una acción de esas que en el fútbol pueden pasar, que son habituales, pero que duelen por el cuándo y por el cómo. José León se metió en propia después de defender un centro de Álex Baena.
El futbolista del Girona buscó el centro de la derecha y la pelota rebotó en el central, con la infortuna de que cogió dirección portería. Este cambio pilló en frío a Juan Soriano y el arquero intentó rectificar para evitar la catástrofe.
Finalmente, el cuero rebasó la línea de cal después de entrar por el primer palo. Se congeló un Heliodoro que volvió a ver más lejos el regresar a la Primera División Española.