"El sábado es un buen día para darles una gran alegría", ha apuntado el extremeño en sala de prensa de la Ciudad Deportiva tras el día de descanso del martes.
El vestuario del Extremadura mira hacia adelante para tratar de centrarse en el partido frente al Deportivo y olvidar la derrota del Mirandés.
"Tenemos ganas de que llegue el partido y borrar la derrota del otro día porque no nos sentimos identificados", dijo el lateral, que reconoció que no supieron coger el ritmo al encuentro.
El defensa no ha negado que están preocupados por la situación, "pero no es alarmante".
"Queremos transmitir la tranquilidad de que el equipo está trabajando para conseguir los tres puntos", manifestó.
El vestuario seguirá trabajado para intentar mostrar una mejor imagen y evitar llegar "a la situación tan límite" de la pasada temporada, con varios cambios de entrenador y de jugadores.
Uno de los aspectos que preocupa son los once goles encajados en esas cuatro derrotas.
"Cuando se encajan tantos goles, los primeros observados son los defensas y el portero, pero algo estamos haciendo mal todos, está claro", señaló.
Por ello, está convencido de que "el principio de la victoria del sábado comienza por dejar la portería a cero".