El Liverpool ganaba 1-0 en el minuto 36. Y el Liverpool ganaba 3-1 al descanso. Alexander-Arnold, con un golazo de falta directa, dio el pistoletazo de salida a la locura de goles que vivió Anfield en la recta final de la primera parte.
No dudó el lateral en cuanto el colegiado pitó una falta en la frontal del área del Chelsea. Ya está acostumbrado el inglés a convertir tiros francos en auténticas maravillas y volvió a hacerlo ante los 'blues'.
Con la derecha, superó la barrera y alojó la bola en la portería de un Kepa que se limitó a mirar. En el 37', el 2-0 subía al marcador, pero pocos imaginaban que aún habría cabida para otros dos goles antes del descanso.
Wijnaldum firmó el tercero en el 43'. El 'red' cogió un balón en el área tras un rechace y fusiló a Kepa, pero Giroud recortó distancias justo antes del pitido final del primer tiempo.
El francés se tiró al suelo, a centímetros de la línea de gol, para remachar un rechace de Alisson tras disparo de Willian.