¿España? Conquistada. ¿Italia? También. ¿Francia? No podía faltar. ¿Brasil? Por su puesto. En su país natal y con el equipo de su infancia, Dani Alves volvió a agrandar su leyenda.
Miles de personas aguardaban en los alrededores del Morumbí para ver la llegada del astro brasileño. Desde un primer momento dijo que no venía a pasearse y tardó un minuto en demostrarlo.
De hecho, fueron 50 segundos. Jugando con total libertad en la zona de ataque, Dani podía aparecer en cualquier lugar del campo y lo hizo en la frontal del área con chut que detuvo el portero de Ceará.
Mala suerte la del cuadro visitante, que le tocó llegar al Morumbí justo cuando tenía delante a un hombre con una misión. Todo el peso del ataque pasaba por él.
A pesar del férreo control que trataron de ejercer sobre él los defensas visitantes, no lograron desactivarlo. Lo que sí hicieron fue meter el miedo en el cuerpo de la 'torcida tricolor'.
Leandro Carvalho y Lima hicieron que Thiago Volpi se tuviese que esforzar a fondo para mantener el empate en el luminoso. Falló varias Ceará, que lo acabó pagando justo antes del descanso.
En la que posiblemente fue la ocasión menos clara que tuvo Sao Paulo, Raniel consiguió filtrar un pase para Alves. Tras dejar atrás a un defensa, el ex de del PSG batió por bajo a Silva dentro del área pequeña.
Se vino abajo el Morumbí. No hubo un solo alma que no celebrase el tanto de una leyenda que minuto a minuto y partido a partido se sigue haciendo más grande.
No llegó el segundo por centímetros, en un libre directo que se perdió rozando el poste de Silva. Tras el descanso Sao Paulo salió a sentenciar. Raniel se encontró con el larguero y Antony con Silva en varias ocasiones.
Poco a poco Alves se fue diluyendo en el partido, aunque sus compañeros le seguían buscando con insistencia. Se volcó Ceará en busca del empate, pero nunca tuvo la puntería necesaria o, en su defecto, Volpi volaba sin motor.
Los últimos 15 minutos fueron un correcalles de más corazón que cabeza. No llegó el segundo ni el empate. Un final perfecto que dejó a Dani Alves como héroe absoluto en el Morumbí.