En las semifinales el Mundial de México 1970 ante Uruguay, el astro brasileño dejó un regate que aún se recuerda en los mentideros futbolísticos. Y lo hizo sin tan siquiera tocar el balón.
Tras un pase filtrado de Tostao, que lo dejó ante el portero, Pelé optó por amagar con su cuerpo y hacer creer al meta que se haría con el cuero. Pero lo dejó pasar, se zafó del cancerbero rodeándolo por el otro lado y se reencontró con la bola.
Sin embargo, su disparo, en situación forzada, se marchó fuera, un final que mejoró el conjunto argentino. Cipolletti, de la tercera categoría del fútbol argentino, logró un gol que está asombrando en las redes. Y no es para menos, con el amago tan estético como eficaz del autor moral del gol.
12 de abril de 2019