El Córdoba empezó el partido llevando a cabo una primera parte de manual. Los de Rafa Navarro estuvieron sobresalientes en todas las facetas del juego ante un Nàstic perdido, que se mareó ante el tornado verdiblanco.
El buen hacer de los locales les valió los tres primeros goles. Javi Lara fulminó a Isaac con un golazo de falta en el minuto 20, evidenciando el buen juego cordobés. Andrés Martín, dos minutos más tarde, amplió la distancia en el marcador, y en el minuto 27, Alfaro dejó KO al Nàstic con el tercer gol de la noche.
El conjunto verdiblanco siguió arrasando en la primera parte, sin permitir que el Nàstic desplegara su juego. Enrique Martín intentó reaccionar metiend un cambio en el minuto 30, pero su equipo no despertaba y se marchó al descanso perdiendo de tres.
La charla en el vestuario sirvió: tras unos minutos de protagonismo del Córdoba, el Nàstic empezó a remontar. Abraham y Thioune eran los más activos del centro del campo catalán, que surtía de balones a unos Kanté y Uche que no estuvieron acertados.
Cuando mejor estaba el Nàstic, Alfaro firmó el doblete y puso el cuarto para el Córdoba en el marcador. A los locales no les dio tiempo a saborear la ventaja cuando Uche puso el primer tanto del Nàstic en el marcador. Una contra letal de los de Enrique Martín les metió en el partido.
Desde entonces, el cuadro tarraconense lo intentó como pudo. Las posesiones del Córdoba eran de mayor calidad, pero los visitantes llegaban cada vez con más peligro. En una de estas ocasiones, Pol aprovechó una gran contra de su equipo para marcar el segundo gol de los de Tarragona.
A dos goles de distancia aún, los de Enrique Martín no bajaron los brazos. Prueba de ello es que, dos minutos más tarde, en el 90, Luis Suárez volvió a marcar para los visitantes. La ventaja era ya de un solo gol.
La desconcetración defensiva de los cordobeses fue la clave para que el Nàstic se internara con tal eficiencia en el área rival en dos ocasiones consecutivas. Eso sí, las dos contras de los de Enrique Martín fueron de manual y sirvieron para dar esperanzas al Nàstic.
El árbitro añadió dos minutos: no era suficiente para que los catalanes igualaran el partido. Pol protagonizó la última intentona del Nàstic, pero cometió falta al intentar controlar la pelota en el área rival. Pocos segundos después, el árbitro pitó el final del encuentro, poniendo el fin a un partido entretenido que no satisface a nadie.