Unos 300 aficionados del Reus se manifestaron en los aledaños del Estadi Municipal, donde este sábado el equipo tarraconense se enfrentó al Córdoba, para exigir la dimisión del consejero delegado del club, Joan Oliver, por los impagos que han sufrido los futbolistas del primer equipo en los últimos meses.
Pese a que el club catalán emitió un comunicado este sábado asegurando que las nóminas de los jugadores del primer equipo ya habían sido abonadas, la afición no se echó atrás y un grupo numeroso se congregó para leer un comunicado y exigir la dimisión del máximo responsable de la sociedad.
El manifiesto constaba de seis puntos y se centraba en la gestión de Joan Oliver enfatizando la "falta de transparencia", así como la "poca implicación con el área social del club".
Además de denunciar la "mala gestión" de Oliver, los seguidores también lamentaron la "poca transparencia con los jugadores y técnicos de todas las categorías".
Los aficionados se solidarizaron con los problemas de cobro de los futbolistas y rechazaron "el incumplimiento de las obligaciones de pago a jugadores, cuerpo técnico, trabajadores del club y proveedores".
Los manifestantes se conjuraron para animar a su equipo en el partido que arrancó a las 18.00 horas en el Estadi Municipal de Reus contra el Córdoba.