Hace dos temporadas, el Real Madrid llegó al mes de enero a cuatro puntos del Atlético, líder en aquel momento, y a dos del Barcelona. Suficiente para que el técnico madrileño fuera fulminado del banquillo tras ser contratado en verano.
A estas alturas de temporada, el Real Madrid de Rafa Benítez tenía 24 puntos, cuatro más que el conjunto blanco este curso. Aquella aventura no acabó muy bien para el técnico madrileño, que fue destituído en enero tras ir tercero en la tabla a cuatro puntos del Atlético y a dos del Barcelona.
Ahora, el Madrid está a ocho puntos del conjunto azulgrana y las sensaciones sobre el terreno de juego no son nada positivas. Aun así, Zidane tiene muchísimo más crédito que Benítez, que fue muy criticado en el Bernabéu durante los partidos de casa.
Por ahora, los pitos se están reservando en Chamartín. El festival de títulos de estos años han brindado una buena dósis de paciencia en un club que en otro contexto tendría ya a Zidane en el punto de mira.
El Madrid parece haber ganado en tranquilidad y en amplitud de miras en cuanto al proyecto deportivo. Lo que no quita que exista preocupación por el actual rendimiento de una plantilla que estuvo cerca de ganarlo todo el pasado curso y que hoy casi se ha despedido de la Liga en Girona.
Las dos pruebas de fuego llegarán en diciembre y de forma consecutiva. Primero con el Mundial de Clubes y después con el duelo ante el Barcelona. Son las fechas marcadas en rojo en el calendario de Zidane, que espera acabar el año con una distancia más asequible con respecto al líder, con otro título bajo el brazo y con sensaciones mucho más positivas en cuanto al funcionamiento del equipo.
Eso sí, Zidane contará con un respaldo que no tuvo Benítez, o que no tuvo tiempo de ganarse. Así funcionan los grandes...