Un partido muy trabajado y sufrido de los de Víctor Sánchez del Amo les vale para colocarse en zona de 'play off' y dejar atrás al Oviedo. Los de Sergio Egea caen a la octava plaza, a cinco puntos de la sexta plaza del Cádiz.
El encuentro comenzó con posesiones largas del Oviedo, que parecía superar a los locales en el centro del campo. Poco a poco, el Málaga fue despertando y llegando al área rival. En una de esas llegadas, los de Sánchez del Amo sacaron el penalti que Adrián transformó en el minuto 16.
Desde el gol, todo estaba bajo control para los locales, que intentaban darle consistencia al mediocampo para evitar las llegadas del cuadro asturiano. Keidi Baré, en una acción defensiva, trató de controlar un balón alto levantando demasiado la pierna; el centrocampista golpeó a un rival en la cara y fue expulsado.
Tras quedarse el Málaga con diez, los de Sergio Egea se vinieron arriba. Tejera estuvo especialmente activo en la distribución de balones, aunque el equipo no conseguía materializar el gol. El sobresaliente partido de Pau Torres y Luis Hernández protegió al Málaga de las acometidas rivales.
Antes de la llegada del descanso, Ontiveros prendió su chispa y soltó un zurdazo desde la frontal del área que se coló en la escuadra de Champagne. Los blanquiazules se iban al descanso con una ventaja de dos goles, pero con el problema de jugar con diez futbolistas por resolver.
En la segunda parte, los locales salieron concentrados en una defensa férrea. Los centrales malaguistas, que ya estaban realizando un gran partido, estuvieron imperiales rechazando los centros de Bolaño y Bárcenas. El Oviedo lo intentaba buscando a Joselu e Ibrahima, pero los arietes no veían puerta.
El acoso de los 'carbayones' a la portería blanquiazul estaba siendo una realidad. Prueba de ello es la consecución de tres córners seguidos para los visitantes. La sorpresa llegó cuando, tras el tercero, el Málaga montó una contra veloz que Cifu transformó en el tercero de la noche.
El pase fue de Blanco Leschuk, que acostumbra a ser el que mete los goles. La vaselina picada de Cifu pudo con Champagne, que llegó a tocar la pelota, pero ésta entró. Durante los últimos diez minutos, los locales emprendieron una misión de fortaleza ante un Oviedo que lo intentaba de todas las formas.
La última parte el partido fue un asedio visitante a la meta de Munir, pero sin ocasiones manifiestas de gol: los centrales seguían haciendo un muy buen trabajo. Llegó el pitido final con el resultado de 3-0 para el Málaga, que vuelve a meterse en los puestos de 'play off' y deja al Oviedo detrás y con el 'gol average' perdido.