'Aerolíneas Juande' pide permiso para soñar

David Caravaca hace 3 años 2.6k
El Málaga derrotó al Sporting. LaLiga

El Málaga derrotó al Sporting (1-0) con un golazo de cabeza de Juande y muchas dosis de tensión. Los de David Gallego merecieron el empate en una segunda mitad en la que dominaron. Incluso vieron puerta, pero el VAR consideró fuera de juego una posición muy justa de Aitor García.

El Málaga se ha especializado en cuestión de dos jornadas en golpear y resistir. Lo hizo en Zaragoza y lo volvió a hacer en casa frente al Sporting. Los de Pellicer marcaron pronto y se desfondaron en defensa para evitar unas tablas que sus rivales merecieron.

'Aerolíneas Juande' patrocinó los tres puntos para soñar con algo más que la permanencia. El central apareció de la nada ante un centro de Caye Quintana, indetectable por la zaga, para marcar un golazo de cabeza que recordó a cierto portugués. La diana también sirvió para confirmar que el '20' está siendo más peligroso rondando el área que dentro, donde Chavarría se antoja vital.

Antes, podría haber marcado el conjunto gijonés, eso sí. Las líneas le castigaron dos veces. La primera, con un claro fuera de juego de Cumic; la segunda, con una no tan clara posición antirreglamentaria de Aitor García tras un pase filtrado de Manu García que, además, pudo ser mano por tocar en el brazo de Escassi.

Ello, sumado al palo de Gaspar Campos nada más entrar al campo, fue suficiente para que el Sporting se fuera muy frustrado de La Rosaleda. Mereció marcar en la segunda mitad, cuando dominó el choque y obligó a los malaguistas a encerrarse en su área.

Su mejor opción de romper el sistema blanquiazul era esperar a que alguno de los tres centrales -Mejías, Escassi y Juande- diera un paso en falso adelante para que Djuka, Cumic, Aitor o Gaspar corrieran hacia el área en busca de un pase en profundidad. Los centros no eran efectivos, y eso que, tras una descoordinación blanquiazul, Aitor tuvo una ocasión clara que desperdició solo ante el meta.

Esto no significa que todo fuera un asedio. El Málaga se centró en labores defensivas, pero continuó amenazando a la contra. Ramón está creciendo a pasos agigantados, Luis Muñoz da empaque a la sala de máquinas y la magia de Yanis Rahmani está desatándose. Benkhemassa tuvo, de hecho, una oportunidad para sentenciar que salvó Mariño para mantener el 1-0, que fue definitivo.

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