Desde el inicio del duel,o tuvieron que entrar en escena las defensas y los porteros para mantener el 0-0. La contienda estaba siendo más que igualada y los dos cuadros eran muy peligrosos: podría haberse adelantado cualquiera a lo largo del primer acto.
Brilló sobre el resto de las jugadas un paradón de Nauzet al poco de comenzar el duelo. Ñito buscó la diana con un derechazo y el guardameta tiró de reflejos de gato para evitar que los suyos cayeran momentáneamente. Fue un trabajo encomiable.
No cambió la tónica en la segunda mitad y el primero en protestar fue Quiles, que se plantó en el área rival con una gran jugada, pero le arrebataron la bola de los pies con mucho acierto. Un remate de Rubén Cruz un rato más tarde evidenció que los visitantes estaban dominando.
Se rompió el partido como en los primeros compases durante el tramo final con disparos por parte de los dos cuadros. Fueron los locales los que más lo intentaron en la postrimería, pero, finalmente, la imprecisión hizo que hubiera reparto de puntos.