Álvaro Medrán salió de la cantera del Real Madrid, pero no logró asentarse en Primera División. Este año, tras pasar media temporada sin equipo, decidió hacer las maletas y se fue a la MLS. Y en el Chicago Fire ha encontrado su sitio en el mundo, y se permite el lujo de marcar golazos de auténtico 'crack'.
Cuando el Valencia rescindió el contato de Medrán, hace poco más de un año, parecía que su prometedora carrera se estancaría. Por suerte para él, ha sabido reaccionar a tiempo, y se ha subido al tren de la MLS, donde brilla con luz propia.
Surgido de la cantera del Real Madrid, Álvaro Medrán debutó en Primera con los blancos, tras lo que se fue al Valencia, en 2016, por un millón y medio. Había muchas esperanzas depositadas en él, pero no terminaba de carburar.
El conjunto 'che' le cedió, como antes hiciera el Madrid con el Getafe. Militó a préstamo en el Alavés y el Rayo, y en ninguno de ellos dio el paso adelante que el cuadro valencianista esperaba de él.
Y así, el pasado mes de septiembre, el Valencia rescindió su contrato. Con 25 años se había quedado sin equipo. Su prometedora carrera pendía de un hilo, porque encima no encontró equipo a tiempo.
Se quedó hasta el mercado invernal sin poder jugar, y entonces las puertas de la MLS se le abrieron de par en par. Fichó por el Chicago Fire y en apenas 13 partidos, pandemia de coronavirus entre medias, ha demostrado tener la capacidad de ser el líder del equipo.
Porque no solo rinde, organiza y lleva la batuta del centro del campo. Es que además hace goles. Lleva dos en esta atípica temporada, el último de ellos, sencillamente sensacional.
Agarró el balón en el centro del campo, y cabalgó hacia la portería. Recorrió todo el campo rival, hasta el área, acosado por todo jugador del Houston Dynamo que se le puso por delante.
Pero los superó a todos. O los dejó atrás. Su poderosa zancada no fue rival para sus oponentes. Y pisó área, levantó la cabeza y cruzó su disparo al palo contrario, imparable para Maric. Golazo, se mire por donde se mire.