La SD Huesca ganó y desquició al Real Zaragoza en El Alcoraz para llevarse el derbi aragonés. Tras una primera mitad muy dividida, los locales se impusieron en la segunda y desestabilizaron a sus rivales, que acabaron jugando con nueve por dos expulsiones.
Salió mejor plantado el cuadro local en su feudo, aunque las primeras intentonas fueron de sus rivales. La insistencia de Okazaki arriba le dio el premio del gol, aunque primero tuvo que ver cómo le anulaban uno. Aprovechó un pase raso de Sergio Gómez para adelantar a los suyos.
Kagawa dijo entonces "¿que sí? Pues ahora verás" y le dio morbo al derbi aragonés 'japonizándolo' con un misil tierra-aire que se estampó en el larguero de la meta de Fernández. Fue más que curioso comprobar cómo los dos eran de los más activos sobre el terreno de juego.
Poco a poco, los de Víctor Fernández maduraron su desventaja y bombardearon de menos a más el área contraria. Acabó llegando el golazo de Soro, como no podía ser de otra manera. Acomodó un pase a media altura muy cercano con el pecho y voleó las redes oscenses.
Nada más entrar en escena la segunda mitad, los oscenses se pusieron manos a la obra para adelantarse de nuevo. Disparos, mayormente desde fuera del área y o bien imprecisos o bien interceptados por la zaga, eran las oportunidades que manejaban los efectivos.
Y, claro, en cuanto se acercaron más de lo normal, se pusieron por delante. El encargado de marcar fue Josué Sá, que remató un pase preciso y suave de Mosquera dentro del área con un toque en el aire usando el interior de la bota. No lograba chutar a puerta el Zaragoza.
Por si fuera poco ir por detrás en el marcador, los 'blanquillos' se quedaron con nueve por las rojas a Delmás, que hizo una duríma entrada por detrás, y a Guitián, que agarró a Okazaki cuando iba solo a por un pase en profundidad. Intentaron empatar a pesar de su inferioridad numérica, pero Aragón quedó azulgrana.