La Champions regresa al Santiago Bernabéu casi dos meses después. Ha llovido desde aquel 14 de febrero en el que el Madrid puso las cartas sobre la mesa con el 3-1 ante el PSG y que también sirvió para que Cristiano presentara su candidatura al Balón de Oro. Una propuesta que a día de hoy es mucho más firme gracias a la reciente eliminación del Barcelona ante la Roma.
Para coronarse como mejor jugador del planeta deben valorarse dos factores determinantes. El primero, y más importante, es hacer mérito para ser coronado como el 'rey del fútbol'. El segundo, esperar algún pequeño demérito que manche el año de los jugadores que compitan por el trono... y, aunque todavía queda mucho por delante, Cristiano está trotando con paso firme por esos dos caminos.
Sin el mejor Messi en Champions
En 24 horas ha podido cambiar mucho más de lo que parece la pugna por el galardón individual más importante del planeta fútbol. Leo Messi vio desde el campo como una Roma en la que nadie confiaba acabó remontándole un 4-1 al Barcelona. El argentino, que sí ha dado un gran rendimiento en Liga y es uno de los principales culpables de que el Barça tenga todas las papeletas para hacerse con el torneo doméstico, ni marcó ni asistió en los 180 minutos que condenaron a su equipo.
No pudo cambiar el rumbo de una eliminatoria que el Barcelona tenía casi sentenciada por la goleada del Camp Nou y esa despedida, sorprendente y prematura, jugará en su contra cuando la revista 'France Football' haga las valoraciones pertinentes para elegir al mejor jugador del año.
Sus seis goles y dos asistencias en los 10 partidos que ha disputado serían números inmejorables para cualquier mortal, pero no para un Messi que compite nada menos que con el rey del gol europeo. Cristiano sigue rompiendo récords y este miércoles tiene una oportunidad para continuar haciéndolo.
Números nunca vistos hasta ahora
Los registros del delantero portugués se acercan más al disparate que a la realidad. Su historial anotador del presente curso en Liga es un baile de números. En ninguno de los nueve partidos de Champions (competición que suele decantar la balanza en el Balón de Oro) se ha quedado en blanco. Ha marcado en todos.
Anotó nueve goles en la fase de clasificación. En octavos dejó agonizante al PSG en el Bernabéu con un doblete y acabó matándolo en el Parque de Los Príncipes con otro gol. Lo de la semana pasada en Turín casi no hay que recordarlo: doblete con chilena antológica incluida. 14 goles en 9 partidos, lo que viene dejándole un promedio de un tanto cada 57 minutos. De hecho, la cifra es tan vertiginosa que le bastaría marcar tres goles más para igualar la mejor marca anotadora en una edición de Champions (17), que él mismo consiguió en el año de la 'Décima' (13-14).
El examen final, en verano
Este miércoles tiene una nueva ocasión para seguir sumando puntos de cara a levantar ese trofeo que, al igual que Messi, ya ha conquistado en cinco ocasiones, aunque el argentino tendrá una vía estival para tratar de redimirse: el Mundial de Rusia.
Si Cristiano acaba avanzando a semifinales y logra hacer un buen papel en dicha fase, a Messi sólo le quedaría firmar un Mundial con el que dejara pequeño al Maradona del 86 para acabar conquistando el cielo del fútbol. Todavía no está resuelto, ni mucho menos, pero Cristiano se ha encontrado una autopista hacia el oro.