Esta semana, el diario 'Bild' publicó un reportaje sobre los ingresos que ha acogido el Borussia Dortmund desde 2015. En un extracto de la noticia, menciona que las arcas del Signal Iduna Park ya han recibido todos los bonus por la venta de Ousmane Dembélé al Barcelona en verano de 2017. El asunto es que, hace varias temporadas, se filtraron unas cláusulas que no deberían haberse satisfecho del todo.
En el mismo año en el que la operación se oficializó, 'Football Leaks' desgranó el acuerdo en 105 millones de euros fijos, 5 más por jugar 25 partidos oficiales, 5 más al llegar a 50, 5 más a los 75, 5 más a los 100, 5 más por cada Champions League lograda hasta un máximo de 2 y 5 más por cada participación de los 'culés' en la máxima competición europea con independencia de ganarla hasta, de nuevo, un tope de 2.
El baile de cifras ha podido confundir al lector, así que conviene despiezarlo:
Precio fijo: 105 millones de euros.
Variables:
- 5 millones de euros más a los 25 partidos oficiales disputados.
- 5 millones de euros más a los 50 partidos oficiales disputados.
- 5 millones de euros más a los 75 partidos oficiales disputados.
- 5 millones de euros más a los 100 partidos oficiales disputados.
- 5 millones de euros más por cada Champions League ganada. Máximo de 2 para hacer un tope de 10 millones.
- 5 millones de euros más por cada Champions League jugada. Máximo de 2 para hacer un tope de 10 millones.
¿Qué es lo que extraña de este desglose? Que todo se cumple menos las dos Champions League ganadas. Dembélé se hizo con dos Copas del Rey, tres Ligas y dos Supercopas de España en la Ciudad Condal, pero ningún trofeo europeo. Aun así, 'Relevo' asegura que ha comprobado el cálculo de 'Bild' y el monto abonado al Borussia Dortmund es de 148, lo que invita a pensar que habría otro mecanismo por el cual los 'culés' estaban obligados a satisfacer todos los extras
Y ¿qué otro botón puede haber para que el Barça haya debido abonar esos 10 millones de todos modos? Una posibilidad es que los alemanes se aseguraran este tramo de lo consensuado en caso de que los catalanes acabaran traspasando al francés, lo que sucedió el verano del año pasado. En concreto, el Paris Saint-Germain le fichó por algo más de 50 millones. El asunto es que, cuando el galo llegó a la Península Ibérica, se comprometió hasta 2022.
Con su contrato ya extinguido, el club le 'renovó' cuando ya no estaba vinculado. En cierto sentido, se podría concluir que le incorporó de nuevo. ¿Era esta una maniobra para no tener que abonar a los negriamarillos los socorridos 10 millones? ¿Se habrían guardado las espaldas los teutones para garantizárselos aunque su exjugador se comprometiera de nuevo con el proyecto catalán? Solo la contabilidad de la era bisagra entre Bartomeu y Laporta lo conoce. Lo seguro es que el coste rozó los 150 'kilos'.