Boateng desvela algunos de los peores episodios racistas que ha padecido

BeSoccer hace 6 años 2.1k
Habla claro Boateng. AFP

Kevin-Prince Boateng quiso detener un amistoso por los insultos recibidos desde la grada. Dio un discurso en la sede de las Naciones Unidas. Su lucha es la de todo... y no piensa parar. Interesante reflexión del futbolista del Eintracht.

"Puede ocurrir que esté parado en un semáforo y desde el coche de al lado una pareja me mire y niegue con la cabeza. Sé lo que piensan: ¿cómo puede un hombre negro tener un coche como ese? Seguro que es un traficante de drogas", afirmó en una entrevista.

No es la única vez que se sintió agraviado por su color de piel. "Una vez fui al supermercado y me paré junto a una mujer que no daba con el arroz en el estante. Le alcancé un paquete y se lo di. Ella lo tomó, lo puso de nuevo en el estante y fue a buscar a un empleado para que le diera un nuevo paquete. ¿Cómo tienes que sentirte ante eso?", contó en 'Jetzt'.

Nació en Berlín, pero su padre es ghanés y la xenofobia ha sido parte de su vida, lamentablemente. "Durante mi infancia me pregunté quién era, de dónde venía, todo. Pero en realidad tendría que ser cien por cien alemán, aún teniendo un color de piel diferente. Nací aquí, hablo el idioma y he vivido en Alemania durante veinte años", dijo.

¿Cómo combatiría el racismo? "Lo diré una y otra vez. No es suficiente mostrar un vídeo de 'No al racismo' antes de los partidos de Champions. Un aficionado del Eintracht Frankfurt de cinco años quizás no vea este vídeo. No es suficiente usar una camiseta que ponga 'No al racismo' o 'Sacamos tarjeta roja el racismo'. Eso está muy bien, debe mantenerse, pero tienes que hacer más. Más publicidad, más vídeos. Cada club también debería hacer algo en el apartado de marketing", destacó Boateng.

El jugador cree que el castigo es no dejar entrar nunca más en los estadios a los racistas. Y propone el uso de la tecnología como método para luchar contra ella.

"No soy ingeniero de sonido ni especialista en cámaras, pero estoy seguro de que eso sería posible en las gradas. Cuesta dinero. Pero sería positivo para la seguridad de cada estadio. Con una cámara podrían identificarse no solo los que hacen insultos racistas, sino también aquellos que ponen en peligro la seguridad del estadio de otra manera", explicó.

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