El técnico bilbaíno, que ha lamentado haber dejado escapar dos puntos, ha admitido que "cuando en el partido parecía que ya no pasaba nada, ellos fueron capaces de acertar". También ha destacado que ambos tantos, de Yuri e Higinio, vinieron precedidos de "errores".
Bolo ha vivido con especial intensidad el choque desde el banquillo ante uno de los equipos en los que militó como jugador, porque creía conveniente "estar muy metido para transmitir a los jugadores esa presión y ayudarles para que no se confundieran en un partido que requería de un gran derroche físico".
Sobre el tanto del empate rival, el técnico deportivista recalcó que a su equipo le faltó "despejar con acierto, porque se falló hasta en dos ocasiones, por eso no hubo la contundencia necesaria".
El entrenador vasco volverá el próximo fin de semana a enfrentarse a otro exequipo, el Rayo Vallecano, que considera su "casa, después de haber estado durante seis años viviendo grandes momentos, también personales, aunque será una semana igual que otras y para no volverse locos".