Se cumplen 28 años del día en que el 'Dream Team' de Johan Cruyff se coronó en Wembley ganando su primera Copa de Europa, ante la Sampdoria. El gol de Koeman de falta en la prórroga se repite cada vez que llega el 20 de mayo, pues cambió el sino perdedor de la institución.
Cada 20 de mayo, el barcelonista más puro recrea el tanto con el que Ronald Koeman puso en Wembley la primera pica para una historia de éxitos. Para mandar al limbo el estigma perdedor de un club que había jugando en Europa a la sombra de continuos éxitos del Real Madrid. Ya hace 28 años de aquello pero se sigue celebrando a lo grande.
Un misil del central holandés puso fin a los complejos de un Barcelona que marcó un punto de inflexión con aquella Copa de Europa y empezó a crear una generación ganadora.
Zubizarreta; Ferrer, Koeman, Nando; Eusebio, Guardiola, Bakero, Laudrup, Juan Carlos; Salinas y Stoichkov. Esa fue la alineación que eligió Johan Cruyff. Esos once hombres fueron incapaces de anotar un gol en los 90 minutos reglamentarios ante una Sampdoria muy rocosa.
No sería hasta el minuto 112 cuando se desequilibraría la balanza en favor de los blaugranas. Una falta provocada por Eusebio, ahora entrenador, sirvió a Koeman para soltar un terrible derechazo ante el que nada pudo hacer Gianluca Pagliuca.
Ahí queda en la retina esa imagen premonitoria de Vialli tapándose la cara con la toalla en cuanto fue señalada la falta, pues sabía a la perfección que era un sitio idóneo para el holandés.
La historia reciente del Barcelona no se entiende sin la llegada de Johan Cruyff. Desde que el holandés llegó al club en 1990, la entidad blaugrana empezó a amasar títulos tanto en España como en el panorama internacional. Con Pep Guardiola, aquella noche en el césped de Wembley, continuó la saga.