Joaquín Caparrós se ha estrenado con victoria en su vuelta al banquillo del Sevilla. El conjunto hispalense despertó a tiempo del coma y volvió a ganar un mes y medio después gracias al solitario tanto de Banega desde el punto fatídico.
Este Sevilla nunca se rinde. El cuadro andaluz sufrió de lo lindo ante la Real, pero consiguió una victoria importante que mantiene viva sus aspiraciones de jugar la Europa League la próxima temporada.
Le costó mucho al equipo entrenado por Joaquín Caparrós, que regresó al banquillo de su equipo del alma 13 años después. El técnico utrerano llegó y besó el santo en la primera final de las cuatro que quedan.
Desde el milagro en Old Trafford, el Sevilla no sabía lo que era ganar. Ha tenido que pasar algo más de un mes y medio para que el cuadro hispalense volviera a celebrar un triunfo.
Banega fue el encargado de darle los tres puntos a su equipo en un momento más que complicado y eso que los de Nervión empezaron fuertes el partido ante una Real que se limitó a esperar.
No obstante, el conjunto donostiarra se quitó la presión de encima en pocos momentos e igualó las cosas. Las ocasiones apenas se sucedieron en los primeros 45 minutos, la única más destacada fue una de Sandro que sacó Moyá bajo palos.
Banega, siempre Banega
Tras la reanudación, el Sevilla se encontró con algo que no esperaba. Diego Llorente derribó a Sandro dentro del área y el árbitro pitó penalti. La pena máxima la lanzó Banega y el argentino no falló, que además desató la locura en las gradas del Pizjuán.
El centrocampista cuajó un gran partido y encima fue el goleador de la noche. A partir de ese momento, la Real dio un paso hacia adelante para poner contra las cuerdas a los locales, que se replegaron para esperar el contragolpe.
En el tramo final, los visitantes contaron con buenas ocasiones para empatar el partido. En el 83', Canales estuvo a punto de meter una falta algo escorada ante las dudas de David Soria, que más tarde salió a por uvas y casi le costó el partido a su equipo.
Al final, el Sevilla se llevó el gato al agua (1-0) y recuperó la sonrisa con la llegada de Caparrós. Ahora mismo, los hispalenses ocupan la séptima plaza, la que da derecho a jugar Europa.