El Barcelona visitó este domingo al Espanyol con la idea de confirmar las buenas sensaciones mostradas en la anterior jornada, cuando goleó por 4-2 al Atlético de Madrid en el Camp Nou.
Y esas vibras se confirmaron en menos de dos minutos, lo que tardaron los de Xavi Hernández en romper el hielo en el derbi catalán.
Tras una jugada de Adama por derecha que no llegó a buen puerto, la acción llegó al costado izquierdo. Jordi Alba puso un caramelo de los suyos y Pedri remató en el segundo palo.
El tinerfeño sacó a relucir sus dotes de llegador para descorchar el champán del encuentro y firmar el inicio deseado para la escuadra azulgrana, que busca asentarse en la zona de Champions en Liga.