El Castellón está de vuelta en Segunda División. El líder del grupo II de Primera Federación tramita su acceso al fútbol profesional de nuevo como cierre dulce a una temporada impoluta en la que ha sido el conjunto con más continuidad en el éxito. El Córdoba fue derrotado inesperadamente por el Recreativo Granada este domingo por la tarde, lo que facilitó la buena noticia para los 'orelluts', que se refrenda matemáticamente.
La decepción de los 'califas' se presentó enorme porque, a pesar de jugar fuera de casa, sus jugadores se veían las caras con unos nazaríes que ya estaban caídos al cuarto eslabón del deporte rey nacional. Un gol de Pablo Sáenz bien entrada la segunda mitad y la sentencia, que corrió de la cuenta de Serigné Faye 13 minutos más tarde, confirmaron las malas noticias para el elenco blanquiverde, que se confió demasiado. Hasta llegó el 3-0 por obra de Lassina en el 90'.
Tan solo un día antes, en Murcia, se producía la antesala perfecta para el triunfo del Club Deportivo, que había obtenido los tres puntos en su desplazamiento al Estadio Enrique Roca. Un parada de su portero, Gonzalo Crettaz, a un disparo de penalti botado por Pedro León en el tiempo de descuento facilitó la cosecha de la victoria, que difícilmente los aficionados calculaban, entonces, que sería una suerte de 'asistencia' para el cierre aritmético de la subida a la categoría de plata.
Con 3 jornadas de margen, el Castellón celebra su ascenso con un saldo de 26 partidos ganados, 3 empatados y 6 perdidos con 72 goles a favor y 34 en contra. Su diferencial ante la meta, de +38, es, como casi el resto de estadísticas recién mencionadas, mejor que el del resto del grupo II de Primera Federación. Curiosamente, el mayor debe de los 'orelluts', el del encaje de dianas, les pone, numéricamente, por detrás de Córdoba, Ibiza y Málaga, pero su gestión de situaciones complicadas ha sido más efectiva.