El futbolista Santi Cazorla quiere ayudar a subir al Oviedo, que se encuentra en el séptimo puesto de LaLiga Hypermotion. Tiene 55 puntos, los mismos que el Sporting, equipo que tiene la última plaza que da acceso al 'play off'.
Con ese objetivo, el asturiano ni se lo pensó para cambiar el Al Sadd catarí y volver a casa. "Yo jugaría gratis, pero no está permitido. Me hicieron una buena oferta, pero mi mujer me dijo: 'No, no vas al Oviedo a ganar, te vas a ayudar, a disfrutar, a dar'. Llamé a mi agente y le dije que no quería dinero", reveló a 'The Guardian'.
El representante puso a Cazorla en contacto con el presidente y el trato no tardó en cerrarse: "Le dije: 'Salario mínimo y un 10% de la venta de mis camisetas, para la academia'. Se cerró esa noche".
Para el ex internacional español, su regreso no fue un paso atrás, ni mucho menos: "Hay quien dijo que lo era, que no tenía nada que ganar, pero es todo lo contrario. La responsabilidad está en estar a la altura. No quería ser el tipo que venía a vender camisetas o porque era un símbolo de la academia: quiero ser futbolista. Y esa responsabilidad pesa".
"Al principio me asusté un poco. No sabes si eres lo suficientemente bueno, lo que todavía pasa: no estoy al mismo nivel, sobre todo físicamente. Tienes 38 años, llevas tres en una liga menor... Tuve un problema en el pubis, casi no hice pretemporada y el equipo estaba pasando apuros. Me sentí aún peor porque no pude ayudar", prosiguió.
Sin embargo, Cazorla ya está totalmente adaptado y asegura que nota algo diferente en sus adversarios. "A la más mínima patada, me piden perdón. Antes no me respetaban tanto", concluyó entre risas.