Rosario Central y River Plate empataron a uno en una oda al fútbol de ataque. En la segunda mitad, el partido se convirtió en un correcalles y cualquiera de los dos pudo llevarse el encuentro. Quintero dejó otro tanto de museo.
Qué injustamente justo puede ser el fútbol. En un partido para recordar entre Rosario Central y River Plate, ninguno de los dos pudo meter el segundo gol que tanto hubiesen merecido. No obstante, ninguno de los dos perdió sobre el Gigante de Arroyito y el equilibrio se mantuvo con el reparto de puntos.
1-1 final. El gol de River fue una obra de arte de Quintero en la primera mitad. El 'cafetero', nombrado mejor jugador del partido, está obstinado en demostrar el porqué del '10' y ya lleva dos partidos consecutivos deslumbrando a base de golazos. Desde el perfil derecho y tras un rechace de un saque de esquina, el colombiano amarró la bola y la clavo en la escuadra de Ledesma en el 17'.
Fue lo único que se le escapó al guardameta del 'Canalla', tanto en la primera como en la segunda mitad. Tras el gol visitante, Ledesma aglutinó la mayor cantidad de minutos de trabajo, pero una vez tras otra fue desbaratando las ocasiones de River. Sin certificar el segundo, la mejor noticia para la grada con la llegada del descanso fue lo reducido del resultado.
Los de Bauza empezaron mejor, suyo fue el primer disparo a puerta, pero quedaron hechizados tras el golazo de Quintero y a merced del 'Millonario'. El mejor tramo de fútbol del equipo del 'Muñeco' desde la consecución de la Libertadores.
Pero son cosas que pasan cuando no cierras los encuentros y dejas pasar las oportunidades. La igualada se produjo recien comenzados los segundos 45 minutos. Agustín Allione agarró la pelota en el balcón del área y la puso pegadita al palo izquierdo. Pudo llegar Armani, pero el esférico se le coló por debajo y su error niveló el encuentro.
Desde ese momento, locura. Tramos cortos de apenas de cinco minutos para cada uno y muchas carreras. Dos golpeos al palo por cabeza y grandes actuaciones de los porteros de uno y otro equipo. Sobre todo, resaltar el papel del arquero local, Ledesma, que aguantó el marcador hasta que los del 'Patón' estuvieron listos para equilibrar el luminoso.
El final se produjo en mitad de una atmósfera de nervios y tensión, pero también de aplausos por parte de los hinchas acudidos al estadio. Un espectáculo digno de reconocer sin importar los colores.
Con el empate, los de Gallardo se mantienen en la carrera por ocupar puestos de Copa Libertadores (23), a cuatro de Huracán. Central, con 19, aún tienen oportunidades de jugar en 2020 la Copa Sudamericana.