El técnico del Cádiz incrementó el nivel de exigencia del entrenamiento sabtino, que cerró tres semanas de entrenamiento atípicas antes de que este lunes se retomen las sesiones normales.
El Cádiz cerró este sábado su tercera semana de preparación para el inminente regreso de la competición con un último entrenamiento aún en grupos más reducidos, a la espera de que este lunes pueda trabajar ya la plantilla al completo tras autorizarse un cambio de fase para la reanudación de la Liga.
Solo el centrocampista Jon Ander Garrido no pudo ejercitarse al mismo ritmo que sus compañeros, como ocurre desde la vuelta el pasado 9 de mayo del equipo a los entrenamientos tras la cuarentena por la pandemia de coronavirus, al seguir en proceso de recuperación de unas molestias que arrastra desde antes del parón.
El técnico Álvaro Cervera dividió a los jugadores del equipo cadista, líder de LaLiga SmartBank, en dos grupos, y en ambos casos comenzaron la jornada con ejercicios en el gimnasio durante unos 45 minutos, informó el club.
El trabajo en el césped se realizó en el campo 1 de la Ciudad Deportiva Bahía de Cádiz, en una sesión en la que Cervera decidió elevar el nivel de intensidad con respecto a lo realizado el viernes, que fue un día de recuperación.
Con el balón como protagonista, se desarrollaron ejercicios de tres jugadores contra tres y un pequeño partido a medio campo durante un entrenamiento en el que Cervera insistió en la movilidad y la velocidad de sus hombres para ejecutar las acciones con la mayor precisión posible.