No hay tiempo que perder ni jugada que desaprovechar. La Champions League está llamando a un Antoine Griezmann que tiene la oportunidad de revivir como ave Fénix para darle un poco de alas al Atlético de Madrid en su difícil camino hacia octavos de final.
Griezmann, a pesar de pólvora humedecida, es un fijo para Simeone y estará en la delantera del equipo rojiblanco en el partido clave frente a la Roma. A su lado estará Fernando Torres, sediente de gol y de ganas de darle una alegría a la afición 'colchonera'.
La Champions está golpeando la puerta de un Griezmann que acapara todos los focos. Tan sólo lleva un gol en lo que va de competición continental y, precisamente, este tanto no valió para nada porque el Chelsea se llevó la victoria en un último minuto de escándalo en el Metropolitano.
Griezmann, que ha sido sustituido en los dos últimos partidos de Liga, se llevó más pitidos de la cuenta en un derbi en el que mostró su peor cara. El de Macon necesita sacar de sus casillas a la defensa de la Roma para convertirse de nuevo en la referencia ofensiva de Simeone y volver a meterse a la afición del Atlético en el bolsillo.
El delantero francés se reunió con Simeone y varios miembros de la directiva para analizar su situación, aunque tiene todo el apoyo del cuerpo técnico y, más aún, del presidente Enrique Cerezo, el que afirmó que le preocupan los pitos a Griezmann.
Ante la Roma, Griezmann tendrá que demostrar que está a muerte con la familia tras aquellas palabras de Simeone en rueda de prensa. Partido clave para el futuro del Atlético... y del 'Principito'.