Cielo abierto en la vuelta de un Leganés que quiere salvarse
El cuadro 'pepinero' afronta motivado un regreso en el que tendrá una final por la salvación en el mismo comienzo.
El Leganés afronta el tramo final de la competición tras el parón provocado por la crisis sanitaria del coronavirus como una serie de 'once finales' en la lucha por certificar su continuidad en la máxima categoría del fútbol español.
La situación vivida por la pandemia no ha sido sino otra adversidad más en una campaña donde, aunque todo parezca ya lejano, los blanquiazules se han visto salpicados por todo tipo de situaciones inesperadas, que van desde algunas decisiones arbitrales polémicas hasta la pérdida vía pago de la cláusula de dos pilares fundamentales como Youssef En-Nesyri y Martin Braithwaite.
Es por ello que estas semanas sin competir pueden haber sido un bálsamo que les haya permitido olvidar el pasado reciente y poner tierra de por medio con las vibraciones negativas a fin de encarar lo que resta con idéntica ilusión y fuerzas renovadas.
En ese sentido, una victoria en el primero de los duelos, que dé continuidad a la que consiguieron de manera meritoria antes del confinamiento en el campo del Villarreal, podría ser un empujón anímico. El rival además invita a ello, ya que recibirán en casa a un Valladolid que pugna por el mismo objetivo.
No será el único conjunto de la parte baja con el que se verán las caras, ya que, de aquí al final, deberán jugar lejos de su feudo contra el Mallorca, el Espanyol o el Eibar. Serán duelos tensos donde quizás el 'factor campo' no tenga la influencia que podría esperarse con la presencia de público en las gradas, algo que beneficia a los leganenses.
En otros casos, y con un Butarque que aprieta hasta poner en problemas a los visitantes, sucederá al contrario. Sevilla, Valencia o Real Madrid serán algunos de los que consigan alejarse de ese ambiente adverso que se genera en la localidad madrileña con el rival.
Todo lo que suceda lo vivirá el cuadro del mexicano Javier Aguirre, motivador nato en el que muchos confían para sacar la situación adelante, con casi todos sus integrantes en plenitud física.
Profesionales pese a la reclusión en sus casas, los jugadores han cumplido de manera telemática con las sesiones de trabajo dirigidas por el preparador físico Pol Lorente. Este se ha ganado además el respeto de la afición, pues a diario también ha diseñado y coordinado ejercicios abiertos a todo el mundo gracias a las redes sociales.
El resultado de todo ello ha sido una plantilla que parece haber vuelto en buenas condiciones y que de momento solo presenta un par de dudas en el plano físico para el primer choque. Estas se suman, eso sí, a la ausencia de un Alexander Szymanowski que continúa recuperándose de la grave lesión que arrastra desde el arranque del curso.
Más incógnitas podrían surgir en los despachos pues son varios los que a partir del 30 de junio terminan sus contratos, todavía con la competición en disputa. Sin embargo, parece reinar la tranquilidad en este aspecto y se confía en que todos cumplan con sus compromisos aunque venza la fecha.
Quienes seguirán seguro son el centrocampista Javier Eraso y el director deportivo Txema Indias, pues han renovado el transcurso de este periodo en el que el fútbol ha pasado a un segundo plano.
Así pues desde una situación compleja pero con la mente despejada y una fe plena en sus posibilidades, el club vuelve a ponerse manos a la obra con la firme intención de seguir en la élite del fútbol español cueste lo que cueste. Cada partido será a todo o nada. Que comience el espectáculo.