El Sporting de Portugal ha sumado sus primeros puntos en esta fase de grupos de la Champions League, al derrotar por un contundente 1-4 a un Besiktas a la deriva, que llega al ecuador del torneo a cero.
El Sporting por fin ha estrenado su casillero de puntos en esta Champions. Lo ha hecho al derrotar por un gol a cuatro a un Besiktas muy decepcionante, en un partido en el que ambos evidenciaron por qué habían llegado a esta tercera jornada contando sus partidos por derrotas.
Los dos necesitaban sumar o, mejor aún, ganar. Pero el Sporting demostró necesitarlo más. Ha barrido a un Besiktas que se complica en gran medida su futuro en la competición, y que se coloca al borde de la eliminación total.
Hubo un protagonista que destacó por encima del resto, el zaguero uruguayo Sebastián Coates. Suyo fue el primer gol del partido, al cuarto de hora, y también el segundo, minutos después de que Larin igualara momentáneamente a uno la contienda en el 24'.
Los tres fueron, en esencia, iguales: a la salida de sendos saques de esquina, de primeras o en segunda jugada, siempre de cabeza.
El partido quedó sentenciado al filo del descanso, tras el penalti de Vida, de nuevo en un córner, que Pablo Sarabia convirtió en el 1-3. El segundo tiempo fue una locura, un correcalles sin mucho sentido, orden ni concierto, que podría haber desembocado en una borrachera de goles para ambos.
Pero no fue así. Porque no se llega a la tercera jornada con cero puntos y golaverajes de -3 y -5 por casualidad. Besiktas y Sporting defienden tan mal como atacan, y por eso el marcador no se movió mucho más.
Sí lo hizo en el 89', para que Paulinho firmara el 1-4, un golazo soberbio, a la contra y desde fuera del área, que a la postre resultó definitivo y que condenó al Besiktas a firmar una heroicidad en Lisboa en dos semanas si no quiere despedirse no ya de la Champions, sino de Europa. Porque el cuarto se queda sin premio.