Diego Collado, que entró desde el banquillo, fue clave para que el Villarreal B remontase ante el Cartagena en los últimos minutos. El conjunto visitante pierde, de momento, el tren hacia el 'play off' que pasaba por La Cerámica. Al más puro estilo Remedios Cervantes, cambió a última hora, y de forma grosera y dramática para el 'Efesé', el signo de un choque que tuvo tres goles en el añadido.
Todos recuerdan aquella famosa decisión final y trágica de Remedios Cervantes en el programa 'Atrapa un millón'. Sin preguntar al protagonista, salió de su segundo plano, cambió el único fajo de billetes que le quedaba al concursante y le hizo irse de vacío. Algo muy parecido hizo este domingo Diego Collado en La Cerámica.
El resultado final, un contundente 5-2, no debe desviar la atención del papel que jugó Collado antes del vendaval en el añadido. Entró en el minuto 63 cuando el Villarreal B perdía por 1-2 e hizo un Remedios Cervantes para cambiarlo todo a última hora sin preguntar y dejar a su rival a cero. En menos de un cuarto de hora, provocó el penalti del empate, una infracción por la que Pablo Vázquez vio la primera amarilla, y forzó la segunda del central. Curiosamente, él también había entrado en el mismo minuto que su verdugo.
Antes, en la primera parte, los espectadores neutrales hacían palmas con las orejas. El encuentro dejó tres goles, ocasiones, llegadas y alternativas de dos equipos sin esa presión que viven otros a estas alturas del campeonato.
Empezó mucho mejor un Villarreal B que se adelantó dos veces. La primera no valió, ya que el gol de Del Moral fue anulado por fuera de juego, pero sí subió al luminoso el tanto de Álex Millán. El delantero empujó a la red una asistencia de Fer Niño tras un error de Kiko Olivas.
Reaccionó el Cartagena como pocas veces ocurre. Eso sí, antes pudo recibir el 2-0, pero Aarón le sacó una mando salvadora a Fer Niño. Y a la contra, el 'Efesé' encontró el empate. En el 21', Borja Valle remachó en el área chica un contragolpe liderado por De Blasis y en el que asistió Ureña. Y antes de la media hora, llegó el 1-2. De Blasis sacó el córner, un compañero quiso prolongar de espuela, pero no le dio la pelota, y Olivas se sacó un remate muy meritorio. Remató salvando la presencia de su par e Iker Álvarez ni la vio.
La primera parte terminó con un trallazo al larguero de Del Moral. Fue el colofón a un primer tiempo alocado, pero ese ritmo se pausó, y mucho, en la segunda mitad. Cierto es que el Villarreal B se creció, adelantó líneas y buscó el empate, pero lo frenético desapareció de La Cerámica.
Aarón evitó el empate al blocar un cabezazo de Íñiguez. Adriano y Carreira también lo intentaron, pero no fue hasta la entrada de Diego Collado cuando todo cambió. Fue uno de los cambios en los numerosos movimientos desde los banquillos. Y dio los frutos deseados.
Primero, avisó con un remate en el área tras un error en el blocaje de Aarón. Y en el 71', Pablo Vázquez le trabó en el área. Penalti, amarilla y gol. Dela engañó al meta del Cartagena y puso el 2-2 en el marcador. Pero el 'show' de Collado no había hecho más que empezar.
En el 76', Pablo Vázquez vio la segunda amarilla tras hacerle una falta en el balcón del área cuando ya se quería meter en la zona peligrosa. Y la expulsión dio paso al loco final, con un añadido con tres goles, que decidió el choque.
En el 94', llegó el 3-2. Pacheco, con un zapatazo desde la frontal, batió a Escandell por el palo largo; en el 95', Álex Forés sentenció a pase de Collado tras un error de Farru; y ya en el 99', Iosifov marcó un penalti que él mismo provocó, con expulsión de Musto de paso, para hacer el definitivo 5-2 y dejar al Villarreal B octavo con 44 puntos, los mismos que el 'Efesé', noveno. El 'play off', a siete.