El marcaje de Maffeo sobre Messi ha puesto de relieve que el argentino no siempre es imparable. El jugador del Girona tuvo éxito a la hora de cubrir al 'crack' del Barça, y no es el único que se congratula de haber cubierto con éxito a uno de los mejores de siempre.
Se dice con frecuencia que Messi es indefendible cuando tiene el día. Maffeo no le dejó un respiro y, pese a la victoria del Barça, Messi firmó un papel discreto ante el Girona.
No es la primera vez que Messi es anulado gracias a la efectiva labor de un contrario. En la reciente Supercopa de España Kovacic aplicó sobre el 'culé' una vigilancia extrema y Messi anduvo casi siempre muy lejos de portería para tocar el balón, por lo que el Barça vio drásticamente reducidas sus posibilidades en ataque.
Arbeloa, en 2007, fue de los primeros en estar pendiente durante los 90 minutos de Leo Messi. "Benítez vino y me dijo que iba a jugar de lateral izquierdo. Él es un zurdo jugando por la derecha y sabía que siempre regateaba hacia dentro, hacia el centro. Yo era un diestro jugando por izquierda y así era más fácil cubrir su salida. Salió bien", recordó Arbeloa. El Liverpool eliminó al Barça de la Champions y Messi casi ni apareció.
De 2007 a 2017 han sido varios los futbolistas encargados de marcar a Messi y de hacerlo con éxito, aunque no siempre el mercaje en zona o al hombre ha servido para aplacar el fútbol del argentino.
En 2011, Mourinho adelantó a Pepe al centro del campo para no dejarle pensar ni un segundo. Una fórmula que funcionó... hasta que Leo agarró la bola en el centro del campo y marcó un gol tras una carrera imparable.
Aun así, el trabajo de Pepe desesperó a un Messi que tenía tal enfado que tiró un balonazo a la grada. Ya el año anterior el griego Sokratis desesperó a Messi hasta el punto de que abandonó la mediapunta y se refugió en la derecha... tras un agarrón en los genitales incluido.
Casi todo vale para detener a Messi. Simeone casi siempre ha apostado por un sistema de ayudas que ha funcionado de forma notable (el Atlético ha eliminado al Barça dos veces en Champions).
El propio Valverde intentó detener a Messi en 2015. Le encomendó esta misión a Balenziaga en la final de Copa de 2015. No sirvió: Messi abrió la lata con una jugada bestial, autopase a Balenziaga incluido.